A menudo realizamos hábitos que elevan la factura de la calefacción, bien sea por malos hábitos heredados o porque nunca nos hemos parado a pensar en sus consecuencias. A continuación, completamos la lista de comportamientos a evitar si no queremos elevar nuestra factura energética por un alto gasto en calefacción:
Apagar el termostato cuando salimos de casa. Al hacer esto, cuando regresamos la casa está más fría y el esfuerzo por calentarla, será también mayor. Debemos elegir un valor límite para el termostato y que de esta manera no baje demasiado la temperatura.
No cerrar los radiadores en las habitaciones sin uso. A menudo, cerramos las puertas de estas habitaciones, pero dejamos los radiadores en funcionamiento. De esta manera estamos gastando calefacción y, por supuesto, estamos elevando la factura en habitaciones que nunca usamos o que tan sólo le damos uso durante la noche.
Vestir demasiado ligeros en casa. Aunque debemos buscar siempre a comodidad en nuestra casa, llevar poca ropa en invierno puede ser contraproducente, ya que necesitaremos un mayor gasto energético de calefacción. Utiliza un pijama de invierno, un chándal grueso o una bata.
Acostumbrarse a un umbral de frío bajo. Nuestro organismo es capaz de adaptarse a diversas circunstancias, como a la temperatura. Si nos acostumbramos, podremos soportar tanto temperaturas altas como otras más bajas de lo que podríamos creer. Algunos pasan frío por debajo del os 24ºC, mientras que otras personas se encuentran bien con 19ºC. Aunque es cierto que el metabolismo de cada persona influye enormemente en el umbral de frío que podemos soportar, podemos utilizar la costumbre a nuestro favor, forzándolo poco a poco.
Utilizar pinturas oscuras para las paredes de nuestra casa. Parte del calentamiento de nuestra casa puede ser llevada a cabo por la luz solar. Si este es nuestro caso, utilizar colores de moda como los grises o los ocres no es una buena idea. Cuando el sol entra por la ventana, es absorbido por los colores oscuros. Por su parte, la luz solar rebota en las paredes de color claro y aumentan el calentamiento de nuestra casa. Por esta razón el blanco es el color más utilizado.