Aunque cada mes de septiembre nos resignemos, el otoño ya ha llegado y el frío no tardará en volver para quedarse. Es hora de poner a punto nuestra calefacción.
Si queremos evitar sorpresas, después del verano debemos revisar las instalaciones de gas y calefacción y comprobar que todo funciona correctamente para una mayor eficiencia energética de las instalaciones. Las inspecciones periódicas de nuestras instalaciones domésticas son recomendables, siendo obligatorias cada 5 años. Por su parte, el mantenimiento de la caldera y las instalaciones de calefacción con una potencia superior a 70 kw debe realizarse una vez al año.
Consejos para la puesta a punto de la calefacción
Al comenzar la temporada de otoño es necesario llevar a cabo una purga de los radiadores. Debemos abrir levemente la espita que se encuentra en la parte superior del radiador y sacar el aire con cuidado de que no salte también mucha agua, ya que podríamos bajar excesivamente la presión del circuito. No olvides colocar un vaso debajo del radiador para recoger el agua que caiga.
Las rejillas de ventilación deben estar en perfecto estado, sin nada que dificulte su funcionamiento y obstruya el paso. Siempre que modifiquemos las instalaciones o aparatos de gas, debemos confiar esta tarea a una empresa instaladora.
En el caso de que la caldera de gas no estanca y la campana extractora estén instaladas en el mismo recinto, debemos cerciorarnos de tener correctamente instalado un dispositivo que no permita el funcionamiento simultáneo de ambas.
La presión de la calefacción debe estar aproximadamente en 1,5 bares, pero esta cifra oscila dependiendo del modelo de caldera. Por esta razón es muy importante leer las instrucciones del fabricante y de esta manera conocer la presión correcta y el método necesario para añadir agua al circuito cerrado en caso de necesitarse. Muy importante realizar la medición siempre con la caldera fría y controlando la presión con un manómetro.