Si hacemos el cambio de armario para recuperar del trastero las prendas de invierno y nos acercamos a los comercios a comprar el abrigo de temporada, ¿por qué no vestimos también nuestra casa para la lluvia, el frío y sobre todo la humedad?
Con este listado de ideas te resultará mucho más fácil convertir tu hogar en un lugar entrañable en el que disfrutar de esos días de manta y sofá:
- Llena tu casa de alfombras, cojines, cortinas y mantas para convertirlo en un nido que nos proteja del frío exterior. Además de con la calefacción, es posible contrarrestar la bajada de temperaturas con una decoración basada en colores cálidos, luces acogedoras o ropa de cama mullida.
En el dormitorio utiliza los edredones, son ligeros pero aportan mucho calor. Antes, os aconsejamos lavarlos (o mandarlos a limpiar) con un detergente suave; y para que no pierdan su toque afelpado, ponlos en la secadora con dos o tres pelotas de tenis. Un consejo decorativo: compra una funda nueva para el edredón y combínala con una funda de almohada. ¡Lucirán frescos y nuevos!
- Aunque tradicionalmente, salvo en los países nórdicos, el blanco se considera un color frío típico del verano, con unas pocas alfombras, un toque de madera y unas cuantas mantas de piel, es posible convertir una fría habitación pintada de color claro en un moderno y acogedor refugio para disfrutar de las tardes de invierno al calor de la calefacción o, los más afortunados, de la chimenea. Las mantas, además de que son necesarias en el frío, dan un toque cálido al salón o cuarto de familia. Deja caer informalmente una manta sobre la espalda o uno de los brazos del sofá o pon un par de ellas (en colores diferentes) en una cesta abierta al lado del sofá. Aunque las de lana son las más calientes, encontrarás gran variedad de estilos y colores otoñales en algodón, poliéster y franela.
- Los radiadores, cubiertos o no, son visibles y notorios en las viviendas pero pueden ocultarse, ser útiles o convertirse en elementos decorativos. Se pueden cubrir con una reja de metal, aprovecharlos para montar una estantería o esconderlos dentro de un bonito armario.
- Las cortinas son elementos muy prácticos que, además de resguardar una sala de la luz natural tienen una función decorativa muy particular. Escoger las cortinas más favorecedoras para nuestra casa puede resultarnos algo complicado si no tomamos en cuenta una serie de factores determinantes como el estilo decorativo de la habitación donde van a ir, los colores, el largo o el grosor.
- Guarda los muebles del jardín o patio si no resisten al frío y a la humedad. Pero si quieres seguir disfrutando de los espacios al aire libre, opta por un mobiliario que aguante las inclemencias del tiempo.
Y por supuesto adelántate al frio y acondiciona tu casa con pequeños trucos de bricolaje:
- Aprende a aislar térmicamente tu vivienda: los muros de nuestra vivienda no están todo lo bien aislados que deberían y esto genera pérdidas y ganancias de calor que nosotros compensamos con consumo eléctrico o de gas.
- Si tienes chimenea mantenla limpia y segura: Es necesario que, al menos, cada dos años, la limpiemos y preparemos de cara a su función principal durante el invierno. Si no tienes chimenea en casa, puedes aprender a instalar una chimenea eléctrica en el salón para mantener tu hogar cálido durante el invierno.
- Mantén y cuida el sistema de calefacción: antes de la llegada del frío, es necesario que revises los sistemas de calefacción que tengas instalados en tu hogar: corregir posibles pérdidas de presión y purgar los radiadores son los pasos principales para evitar averías y alcanzar mayor confort y menos consumo.
- Vigila las ventanas: evitar las filtraciones de aire a través de las ventanas te permitirá conservar el calor interior, al mismo tiempo que no necesitarás aumentar la potencia y el gasto de tu caldera.
- Aislar las puertas del frío: instala burletes en las puertas para evitar el paso de aire y mantener así la temperatura ideal de tu hogar.